Love is a place

Ha pasado casi medio año desde la última entrada. Medio año en el que no hemos cosido nada más que algún dobladillo y unos cuantos botones (no sé a vosotras, pero a mí esa es precisamente la forma de costura que me gusta menos que nada).

He pasado 6 meses del trabajo a casa, de casa al trabajo. Semanas llenas de malas noticias, de frustraciones, de pérdidas, de decepciones... También ha habido cosas buenas (por supuesto, siempre las hay) pero, como a mucha gente le pasa alguna vez en la vida, me ha costado valorarlas.

Hoy me he cansado de sentirme mal y he vuelto a sacar mis telas, el lápiz naranja (el que según Carol sólo sirve para dibujar cosas bonitas ) y, la verdad, no sé qué saldrá de esto:

 

pero ya me hace sentir un poco más conectada con el mundo y esa es realmente una sensación fantástica ;)

Besos gordos,

M.

P.S.: espero que alguna de vosotras siga por ahí